DE LOS ÁNGELES ES UN LEGADO, UN CÚMULO DE EXPERIENCIAS, AUN VIVAS, QUE NOS DEJÓ NUESTRA MADRE, MARÍA DE LOS ÁNGELES CRUZ ORTEGA.

SILVIA Y JOSÉ GABRIEL BARRETO CRUZ


18.04.2014

RELATO PUBLICADO EN DIARIO DE AVISOS, EL QUE FUE "EL DIARIO DE MAMÁ", EL 18.04.2014 EN MEMORIA DE MARÍA DE LOS ÁNGELES CRUZ ORTEGA POR EL 25 ANIVERSARIO DE SU PARTIDA.....

.......de Los Ángeles.....

Crecimos contigo, mamá. Con tu risa y tu retintín, ahora canción. Nos enseñaste tus rincones,

ahora nuestros refugios; tus olores, ahora nuestro perfume. Nos enseñaste a jugar con la cometa

y las nubes, ahora como un cuento. También nos enseñaste a escribir sin faltas, a pedir perdón y

a llorar, nos enseñaste a caminar por el mundo, buscando el nuestro. Ahora eres nuestro himno

cuando logramos sueños, una nana cuando tenemos miedo, eres nuestro abrazo cuando sentimos

estar solos. Sigues siendo nuestra reina maga el seis de enero.

Sobre una base de vivencias tan sanas, y valores tan potentes, es posible crecer y estar VIVOS

CON MAYÚSCULAS. Gracias a ello sabemos sobreponernos a lo que sea, y encontrarle

sentido al camino, a veces nada llano.

Si miramos a nuestro adentro configurado por ti y por papá, o hacia arriba, donde siempre

estarás presente para nosotros, encontramos todas la fuerza para tragarnos el mayor sapo, llorar

un poco, y seguir viviendo, que es algo bastante sencillo por mucho que nos empeñemos a

veces en complicarlo.

Y es que ya desde pequeños, tuvimos que tragar esos sapos; desde el día en que de la mano de

papá te vimos luchar contra ese monstruo, desde que tuvimos que aceptar que te marchabas

aquel martes de abril…

¿Cómo es posible reponerse a tanto dolor? VIVIENDO SENCILLAMENTE, como nos

enseñaste. Sí. Con todos esos recursos de felicidad que crearon nuestra filosofía. Y es que han

pasado 25 años, pero tu forma de impregnarte de todo lo vivo, tus reflexiones, tu

sentido…quizás sean ahora nuestra religión. Y cada pequeño detalle nos potencia y nos brinda

un empujoncito para seguir dándolo todo.

En casa éramos un equipo pequeño, de cuatro, y lo seguimos siendo; marchar de acuerdo sin

tener que hablar, es propio de los grandes equipos; sentir que cuentas con la aprobación o el

rechazo de un miembro importante de ese equipo es la fórmula que hemos tenido para saber si

hemos obrado bien, o por contra nos hemos alejado de lo sano. Y tras sufrir un poco, hemos

regresado al camino cargados de experiencias, con la lección aprendida. Ojalá todas las

personas tuvieran una brújula tan potente y calibrada como la nuestra; cerrando los ojos o

mirándote, allá arriba, encontramos el norte y seguimos aprendiendo juntos.

Y es que cada uno puede decidir con lo que llena su vida. La nuestra, desde 1974 y 1977 hasta

1989 se colmó de infinitos momentos cálidos, sencillos y grandes a un tiempo. Y los

recordamos como si fuera ayer. Este recorrido de 25 años nos ha formado como personas, a

pesar de algunas situaciones que parecían un sinsentido. Y todo lo tuyo ha resistido; incluso

con más fuerza: mira el mundo de internet, mamá. ¡Cuántas veces te vemos como si estuvieras

investigando en Google! Es que si con tus lecturas aprendiste tanto, ¿a dónde no llegarías hoy?

Gracias a lo que hemos visto en ti y en papá entendemos que vamos a seguir aprendiendo

siempre.

Ahora ya nos toca enseñar también, mami. Tenemos a Ángela. Es preciosa. ¡Vino tan sana y

limpia! Con sus dos años y medio ya está llena de razones, sus razones. Desde que supimos que

llegaba recordamos casi todas tus poesías del premio Gumersindo Galván de las Casas 1.988 -

lema Capricornio; Ángela, como nosotros, también "lo huele todo"; creemos que es de las que

siente; es una bonanza de septiembre, y en poco rato, un temporal de diciembre.

Mamá, seguro que ahora estás con abuelo y abuela, les acompañamos hasta el final de su

vereda; ahora, cada día, tus hijos, y papá, también estamos acompañados. Compartimos el día a

día con nuestras parejas. Silvia es médico, de familia, lo que quería ser desde muy pequeñita; y

José Gabriel está "en la empresa", junto a papá y a la gente con la que creció (¿te acuerdas

cómo conducía los camiones desde chico?). Y seguimos creciendo…., pero, ¿sabes qué?

Sentimos que nos acompañas siempre, que te tenemos: estás en La Quinta Verde, en Los

Molinos de Bellido y el del Hoyo, en La Palmita, en el Morro Colorado, los callejones de Santa

Cruz de La Palma y también en la Recova. Estás en las calas de Fuencaliente, en el ahumado de

los quesos, en las libretas de anillas, y en los lápices del número 2. Estás en los aviones (¿te

acuerdas del focker?), en el tranvía, en las máquinas de escribir...... Estás en el charco de Los

Cancajos, en el color amarillo y el naranja, en los libretos de las murgas y en los Indianos. Te

vemos cuidando a los indefensos perros callejeros, curando el ala de una paloma en la azotea o

recogiendo un gatito perdido. Estás en cada noche de Divinos y en el amanecer de Reyes

(¡cómo nos gusta el olor a papel de regalo!). Aún parece que contamos las estrellas como nos

enseñaste, en nuestro cielo de La Palma. Aún recordamos la poleada con la que enramamos el

arco de Los Callejones para el Corpus de Mazo. Te encantaba el altar aquellos días: San Blas

era un jardín. Pero sobre todo, sabemos que estás en las personas, en tantas personas sencillas y

buenas que conocías y saludabas… son nuestras personas, mamá.

En ocasiones nos parece oírte hablando por teléfono desde el pasillo que adornabas con

strelitzias; comentando el día a día, y aportando ideas. Y es que aún hoy, tus ideas ayudarían a

mejorar el mundo. Hace muy poquito falleció Adolfo Suárez, conciliador de extremos, que supo

“traerlos al terreno” de la razón para crecer como sociedad y como pueblo. Tú también querías

conciliar, acercar posturas, rozar conciencias, acariciar almas. Cuando leemos tus escritos, tan

vigentes, sentimos que al mundo le ha faltado tu voz, crítica y tan constructiva. En ellos,

sugerías la creación de espacios culturales para los jóvenes palmeros, invitabas a nuestros

políticos a aunar esfuerzos por el bien común en lugar de defender posiciones individuales;

pedías mejorar la atención a los enfermos de la isla, felicitabas a las organizaciones folklóricas,

a los emprendedores. Te conmovió un chico, preso, al que llevaban esposado al dentista

(“quiero decirte que me preocupas, muchacho”, le dijiste). Luchaste en tu entorno para

promocionar el diálogo; y es que por aquel entonces, personas como tú, sencillas, formadas,

generosas, lograron movilizar "las bases de la sociedad" para que los principios de los ochenta

fueran un “después” desarrollador. Y se ha avanzado mucho, mamá. En La Palma ya hay, por

ejemplo, oncólogos atendiendo a nuestra gente. También ha mejorado la comunicación;

disponemos de muchos canales con información instantánea en televisión e internet. Podemos

ver qué ocurre al otro lado del mundo. Seguro que si estuvieras aquí, usarías twitter y tendrías

una web; podrías publicar tus pensamientos, llenos de sabiduría, de pasión. Y es que esto

último es lo que vemos que falta, mamá. Falta pasión sana por lo que hacemos.

Seguramente también falta rescatar otra comunicación. Aquella que habla desde dentro, y que

se produce con miradas y gestos. Con las voces. Asintiendo. Con una sonrisa que lo dice todo.

Porque en esta era de la comunicación casi ya no nos llamamos por el cumpleaños, ya no

encontramos el momento para contarnos qué tal nos va, sentados en un banco del parque; quizás

ni siquiera vamos al parque.

Cuando las cosas no se hacen con amor, con esa pasión sana, con visión integradora,

comenzamos a vivir entre la desidia y lo absurdo, entre complicaciones y diálogos vacíos, en un

“quedar bien” y un “y tú más” que deja a esta sociedad en un escalón inferior al que se merece.

Y es que quedan muchos proyectos, tus proyectos, aún pendientes. Queremos poner pasión en

aquellas cosas que dependen de nosotros, en lo que está en nuestra mano cambiar y no perder

nunca la óptica de lo humano. Eso es lo que nos enriquece. Ojalá se comience a trabajar en lo

trascendente, y no sólo en lo inmediato. Mamá, tú nos enseñaste a preocuparnos por lo

importante.

Queremos seguir amando nuestra tierra y nuestra gente, nuestros rincones. Queremos seguir

emocionándonos con la imagen de Tanausú, acostado en la cumbre. Contigo siempre lo

saludábamos. Y aún lo hacemos. Creemos en tu legado, y queremos que también sea el nuestro.

Hoy, 25 años después de tu partida, te hacemos este sencillo homenaje. Puede que dentro de

otros 25 años, cuando se acerque el 2040, volvamos a hacerlo. Mientras tanto, seguiremos

nuestro día a día con la antorcha que nos dejaste bien encendida: la del cariño, la humildad y el

esfuerzo. Por mucho que sople el viento, empeñándose en apagarla. Si se nos cansa el brazo, lo

bajaremos un poco, como nos enseñaste. Pero seguiremos caminando con ella encendida.

Te queremos mamá. Sabemos que nos estás viendo desde arriba. Desde aquí, se te ve radiante,

con tus 65, que para nosotros, cumpliste el pasado 10 de Enero. Tu turbulento mar de febrero y

tu primavera te notamos, te sentimos. Y es que aún nos llevas de la mano, mamá,… de la mano

de los ángeles…

Homenaje a nuestra madre, María de Los Ángeles Cruz Ortega, por el 25 aniversario de su

marcha. Tus hijos, Silvia y José Gabriel Barreto Cruz", La Palma, 18 de Abril de 2014”

@delosangelesco

www.sigloveintidos.es/delosangeles.html




17.04.2014

MAMI, SABEMOS QUE ESTÁS APRECIANDO TODO ESTE DERROCHE DE COLOR, TE ENCANTAN LAS ORQUIDEAS.....




02.04.2014

POESÍA "MADRE", PARTE DEL LEMA CAPRICORNIO, PRIMER PREMIO DEL CERTAMEN DE POESÍA GUMERSINDO GALVÁN DE LAS CASAS, BREÑA BAJA, 1.988

MADRE

Tu vida ya no es tuya,

tu vida es la de ellos.

Su llanto, su sonrisa,

sus miedos, sus deseos,

serán como aguijones,

clavados en tu cuerpo,

grietas en carne viva,

ilusiones, anhelos.

Su vida no es tu vida,

su vida es la de ellos;

se cubrirán de polvo,

caminarán por piedras,

recorrerán los mares,

o tendrán luz de estrellas.

Pero a pesar de todo...

mamá, cómo te alegras,

mamá como te apenas.

Mamá, arbusto solitario,

mamá, cielo estrellado,

mamá, tierra fecunda,

mi mar de espuma,

mi arco iris,

mamá, mi sol dorado.

Mamá, todo lo hermoso,

todo lo fuerte,

todo lo vivo.

Mi gran impulso,

mi buen refugio,

mi dulce amiga,

la mano abierta,

mi luz y guía.